Us deixem fragments de les converses que van tenir Teresa Forcades i M. Pili Hernández, Ministra de la Juventud, el 18 d’agost a l'»Encuentro Internacional sobre la Espiritualidad Liberadora a la Luz de la Teología de la liberación».
1 Comentario
My el 22 agosto 2012 a las 10:08
Hola, buenos días.
Deseaba aportar mi granito de arena en referencia al tema tratado en los vídeos. Pero primero me gustaría agradecer al tandem Lidia- Teresa por las informaciones y puntos de vista diferentes que hacéis circular por la red. Ni qué decir del maravilloso trabajo discográfico de Lidia Pujol. Es excelente.
Mi modesta reflexión es la siguiente.
Creo que hay un cambio muy real en las personas porque la conciencia de la gente está cambiando, la mía y la de la mayoría. Lo que transforma a la sociedad son las personas y las creencias que van asimilando como propias, y aunque válidas, no son nunca verdaderas, pues parten de la propia subjetividad de quien las crea.
Los modelos y esquemas resultan útiles y aportan conocimiento sobre el mundo externo, sobre el interno son pequeños obstáculos sobre los que reflexionar continuamente para no quedar fijados en ellos. Representamos el mundo con mapas de muy pocas dimensiones. Pensamos que estos mapas son los válidos. De este modo avanzan las sociedades y las culturas, y algunos hombres desde su libertad interna intentan cambiarlas.
Funcionamos por jerarquías de un poder mal entendido y parece que nuestras individualidades están reñidas con la horizontalidad de nuestras relaciones. Y no sabemos resolver ese conflicto entre individualidad y sociedad sin mermar o la una o la otra.
Esto es lo que han de entender nuestros dirigentes, o sea, personas cuya existencia es tan finita como la nuestra, que son incapaces de quitarse esas gafas oscuras que les produce el temor a la muerte. Se muestran incapaces de ver una luminosidad mucho mayor basada en parámetros como la bondad y el amor. Ésto con independencia de pertenecer o no a una institución religiosa. Me gusta la capacidad de autocrítica que tiene Teresa al respecto y su libertad de ser y de pensar.
Este el principal motivo que somete a la raza humana desde tiempos inmemoriales.
El conflicto entre autoridad y obediencia quedan resueltos cuando se comprende ésto.
Os dejamos fragmentos de las conversaciones que tuvieron Teresa Forcades y M. Pili Hernández, Ministra de la Juventud, el 18 de agosto en el «Encuentro Internacional sobre la Espiritualidad Liberadora a la Luz de la Teología de la liberación».
Hola, buenos días.
Deseaba aportar mi granito de arena en referencia al tema tratado en los vídeos. Pero primero me gustaría agradecer al tandem Lidia- Teresa por las informaciones y puntos de vista diferentes que hacéis circular por la red. Ni qué decir del maravilloso trabajo discográfico de Lidia Pujol. Es excelente.
Mi modesta reflexión es la siguiente.
Creo que hay un cambio muy real en las personas porque la conciencia de la gente está cambiando, la mía y la de la mayoría. Lo que transforma a la sociedad son las personas y las creencias que van asimilando como propias, y aunque válidas, no son nunca verdaderas, pues parten de la propia subjetividad de quien las crea.
Los modelos y esquemas resultan útiles y aportan conocimiento sobre el mundo externo, sobre el interno son pequeños obstáculos sobre los que reflexionar continuamente para no quedar fijados en ellos. Representamos el mundo con mapas de muy pocas dimensiones. Pensamos que estos mapas son los válidos. De este modo avanzan las sociedades y las culturas, y algunos hombres desde su libertad interna intentan cambiarlas.
Funcionamos por jerarquías de un poder mal entendido y parece que nuestras individualidades están reñidas con la horizontalidad de nuestras relaciones. Y no sabemos resolver ese conflicto entre individualidad y sociedad sin mermar o la una o la otra.
Esto es lo que han de entender nuestros dirigentes, o sea, personas cuya existencia es tan finita como la nuestra, que son incapaces de quitarse esas gafas oscuras que les produce el temor a la muerte. Se muestran incapaces de ver una luminosidad mucho mayor basada en parámetros como la bondad y el amor. Ésto con independencia de pertenecer o no a una institución religiosa. Me gusta la capacidad de autocrítica que tiene Teresa al respecto y su libertad de ser y de pensar.
Este el principal motivo que somete a la raza humana desde tiempos inmemoriales.
El conflicto entre autoridad y obediencia quedan resueltos cuando se comprende ésto.
Un cariñoso abrazo