Me sorprende este pasear por la cáscara de las cosas del señor Espinàs. ¿Tanto miedo debe darnos desobedecer una ley injusta como hizo la Sra. Rose Parks sentándose en el autobús de blancos?

Antinatural es pertenecer a un partido político en manos del poder económico farmacéutico y proponer una reforma sanitaria en el programa electoral. Antinatural es hacer vibrar al electorado con el carisma del señor Obama y votarlo para ver morir de impotencia sus promesas y tenerle compasión. Antinatural es tener el don de la palabra y la acción, y acomodarnos en la pasividad de los vegetales.

Cuidado que no nos pase lo mismo con la Independencia.

Cuidado cuando desobedecer significa obedecer al poder y la injusticia.

Cuidado cuando empezamos a decir que las cosas caen hacia arriba y que la gravedad es antinatural.

Cuidado con escribir en los medios de comunicación que la verdad puede sembrar el caos.

Me sorprende su apología del miedo y del peor del ser humano, señor Espinàs. Pero quizás me equivoco y sencillamente he tenido el prejuicio de creer que usted sabe que las personas podemos hacer lo que decimos o podemos hacer como las cosas con cáscara y por dentro tratar de ocultar otra cosa. Este es el único y verdaderamente inspirador derecho a decidir, señor Espinàs: tratar de acercar las palabras a los hechos una y otra vez, lo que yo lo llamo el Proceso de humanizar la humanidad. Pero también puedo elegir la mentira de los partidos políticos que, pagados por la industria de las armas, prometen democracia. Lo único que me gustaría dejar claro con este escrito es que hay que decir las cosas por su nombre, y si elegimos la vía de usar y abusar del débil es que, en lugar de ir hacia el amor, volvemos a la selva, y eso en el camino evolutivo* del ser humano es antinatural, señor Espinàs.

* Inspirado en la conversación en Nueva Cana con Grazia Baroni y en el curso sobre Simone Weil de Teresa Forcades

Con Grazia Baroni.

Con Grazia Baroni, Angela Volpini y Mariam Ghanem a Nova Cana

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